lunes, 22 de diciembre de 2008

TEMPERATURA EN ESPAÑA 1961-2008


Temperatura en España 1961-2008

La temperatura media en España, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), bajó en la década de los 60, subió en las décadas de los 70 y de los 80, bajó a principios de los 90, quizás debido a la influencia global de la erupción del volcán Pinatubo (Junio 1991), se recuperó, y aproximadamente desde 1994 hasta el actual 2008, se ha mantenido parecida (3 décimas de grado en 2008 por encima de la media del período de referencia 1970-2000, que fue 15,5ºC).


La figura la extraigo del periódico Público, que titula: "La temperatura sigue aumentando en España" . ?????


Desde 1990 las emisiones de CO2 en España, gracias al Protocolo de Kyoto, han aumentado un 50% y, ya se sabe, el CO2 calienta muchísimo !!!!


ref.: Público.es - La temperatura sigue aumentando en España
Informe preliminar sobre el comportamiento climático de 2008 en España - Agencia Estatal de Meteorología

jueves, 18 de diciembre de 2008

SE ACABÓ



¿Saben que significa esta rebaja casi-hasta-cero de los tipos en USA, verdad?, pues que ya hemos llegado al final, que ya no queda nada para hacer (independientemente de que lo que hasta ahora se ha estado haciendo sirviera para algo). Ya no hay ni balas en la recámara, ni herramientas en el armario, ni sorpresas en la caja.

Ayer, a las 08:00 h, este titular de Bloomberg no podía ser más diáfano: “Banks Show No Signs of Easing Credit in Step With Fed’s Rates” (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=a7uPF5OIMwY8&refer=home). En el texto se decían cosas como que los créditos al consumo habían caído de 6,4 miles de millones de USD en Agosto a 3,5 en Octubre, ¡una caída del 45% en dos meses!; las entidades financieras no dejan pasta: no se fían ni de su madre, pero la gente, empresas, personas, tampoco demanda pasta.

Esa teoría de que la ciudadanía no consume porque espera que mañana vaya a estar todo más barato está muy bien para la gente que, de una u otra manera, tiene dinerito en el bolsillo, para quienes no, la ausencia de consumo -o de inversión, que no es más que consumo contado, considerado y contabilizado, de otra manera- es debida a otras cosas.

Vamos a ver, ¿qué cojones va a consumir alguien que tiene el alma en vilo porque a los compañeros de al lado les han aplicado un ERE y que, además, está pagando un crédito hipotecario que se le lleva el 40% de su salario, pues ¡NA-DA!, y a ese señor le importa un huevo que los tipos bajen. Y a una empresa que ya tiene un 40% de su capacidad productiva inutilizada porque no tiene pedidos, una capacidad productiva que es fruto de una inversión que realizó hace dos años y que está pagando, ¿le importa mucho que bajen los tipos?.

¿USA?, ¿Europa?, ¿existe diferencia?. Consumo: a la baja: interior y exterior: mis exportaciones serán consumo en otra parte, inversión: por los suelos; ¿alguien tiene idea que va a suceder con la recaudación fiscal? y, en consecuencia, ¿con el modelo de protección social?. Y con cosas como la unidad, la cooperación y la coordinación, ¿se sabe que va a suceder?. ¿Saben las respuestas a esas preguntas?, ¿a algunas?, ¿a parte de ellas?.

Se está buscando no caer en la deflación: ¡PERO ES QUE YA ESTAMOS EN DEFLACION!. Esta deflación no es eludible -¿alguna lo ha sido?- porque es el resultado de una evolución: ‘las cosas han ido de tal manera, se han comportado de tal modo que el resultado es …………’, de momento, en la línea de puntos, escriban lo que quieran, al final se deberá escribir esa palabra que nadie quiere pronunciar.

Quieren evitar la deflación, por eso, en USA (aquí, mañana, en JPN llevan años), han colocado los tipos, casi, en el 0,0% (leer esto así impacta, ¿no?). Para un extraterrestre que haya estado absorbiendo la información de varios manuales de economía y que haya estado observando nuestro planeta en los últimos años, ¿saben como interpretaría esta bajada?, pues que las cosas están muy, pero que muy jodidas. (Y, además, con dinero público se van a comprar activos que cuelgan de créditos hipotecarios: palos de ciego).

Ayer, en clase, salió el tema (evidentemente, no era la primera vez). Cuesta entender el ¿fenómeno? de la deflación: nadie ha vivido algo como lo que está llegando. Lo fácil (se está diciendo): ‘la culpa la tiene la gente porque no consume’; más: ‘la inflación está cayendo porque el precio del barril cae’. Por favor, por favor, si vamos a contar la película contémosla entera.

Hasta que los precios del crudo empezaron a derrumbarse nadie hablaba de deflación porque el guarismo crecía de día en día mientras que la subyacente se mantenía. Primer error: hablar de inflación subyacente: no se pueden quitar la energía y los combustibles porque eso es parte del todo, una parte cada vez más importante. Más. ¿Saben que quiere decir que la subyacente no se haya movido?, pues que se ha alcanzado una tasa de productividad muy estable. Sigamos. Segundo error: no haber hecho nada para evitar que ‘el nivel de precios conveniente’ dependiese de los precios de la energía (tenía que ser así). Acabemos. El consumo genera el 60 – 70% del PIB, y el consumo (y la inversión) se sustentan en el crédito. Juntemos todo.

Durante casi dos décadas se ha ido construyendo un montaje que se basaba en que empresas y personas invirtiesen y consumiesen cada vez más y cada vez utilizando más crédito, a la vez, la productividad ha ido aumentando (no en el reino) por lo que los costes se iban manteniendo (los salarios cada vez tenían un menor peso en el PIB pero por eso se iba dando a la gente una mayor cantidad de crédito). ‘¡El Mundo va bien!’. ¡Genial!.

El agotamiento de la capacidad de endeudamiento de la población, unido a la creciente desconfianza de las entidades financieras hacia otras entidades, la paralización del crédito, la enorme capacidad productiva crecientemente inutilizada, las expectativas de desempleo al alza, … ¿Alguien se extraña de que estén cayendo el consumo y la inversión, de que, de resultas de eso, las expectativas de consumo apunten a la baja, y de que los precios tiendan a crecimientos negativos?.

Se dice que, en USA, la Inflación puede colocarse en el -2,0% a mediados del 2009. Posiblemente (en el reino puede llegar al -2,5% a finales del próximo año: como el FMI: a principios de Enero les paso nuevas previsiones): ¿quién demonios va a consumir / invertir con el panorama que se está dibujando. (Y quienes dicen eso de que ‘tampoco está consumiendo la gente cuyos salarios no han caído’ no cuentan toda la historia: ¡¡¡¡evidentemente es así!!!!: en condiciones normales puede que algunas personas no sean muy listas, pero en momentos como los actuales nadie es imbécil.

Bien. Pues todo eso a lo que nos lleva es a una crisis de subconsumo brutal cuya evolución es una depresión deflacionaria. Asumamos que es inevitable y actuemos a fin de mitigar sus efectos. (Pienso que una crisis de sobreproducción no se dará como sí se dio en el 29: hoy las compañías tienen una flexibilidad operativa de la que entonces carecían).

(No quiero volver a oír eso de que ‘los economistas explicamos muy bien el pasado pero que no tenemos ni puta idea de lo que va pasar’. Desde hace más de tres años yo -y otros, muy, muy pocos, es cierto- estábamos hablando de lo que se nos venía encima, pero claro, era mucho más cómodo, mucho más confortable y mucho más productivo escuchar a quien decía que el Mundo iba bien en alguna de las versiones que se utilizaban para decirlo. Lo dicho: no quiero volver a oír eso contra los economistas).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

EL CAPITALISMO, ¿ ES INOCENTE ?


El órgano regulador de la bolsa estadounidense dice que iniciará una investigación interna para determinar las causas que condujeron a la gigantesca estafa llevada a cabo por Bernard Madoff y buscar una explicación al hecho de que no hubiera sido detectada antes pese a las "repetidas" alertas que ahora sabemos que habían. Es como una enorme metáfora de lo que nos ha venido pasando globalmente. Los aturdidos ahorradores, inversores, accionistas, pensionistas y público en general en torno al sistema capitalista viven en permanente sospecha. Vivimos la época del recelo o la desconfianza y por ese motivo los desesperados intentos de los gobiernos por rescatar con sus planes a bancos e instituciones financieras que se encuentran a la deriva están fracasando.

En lugar de irse corrigiendo ese tono gris que ahoga el sistema, el problema se agrava e indica que la recesión mundial ya es un hecho técnicamente aceptado. Las medidas adoptadas hasta ahora se demostraran inútiles y los efectos serán apocalípticos a medio plazo. La solución vendrá más por la capacidad individual o socialmente individualizada que por grandes herramientas sistémicas. El escenario está fracturado y cuanto antes nos lo expliquen mejor. Todavía hay quien no quiere verlo, los hay que dicen que aquí no somos realistas. Me acusan de pesimista y no se dan cuenta que a dos metros de esa visión se encuentra otra mucho más acertada, la que habla de un nuevo orden, una oportunidad única para reconstruir este modelo pero con una génesis solidaria y justa.

¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta del choque de trenes? Parece inexplicable que banqueros, financieros, ministros, organismos y técnicos no encendieran las luces de alarma cuando quedaban opciones de dar un paso atrás y amortiguar el desplome del sistema económico planetario. Lo que parece y lo que es, a veces, no se llevan bien. El montón de mentiras, basura y despropósitos que se han vertido sobre los pobres ciudadanos no tiene mesura posible. Las tasas de interés en el coste del dinero se mantuvieron erróneamente tan bajas y durante tanto tiempo que el incentivo para la adquisición de patrimonio a cualquiera, estuviese o no en disposición de entrar en ese “selecto” grupo del inversor inmobiliario. Aparentemente no se comprende porque hubo empresas que actuaron de un modo tan irresponsable a sabiendas que concedían hipotecas a personas que bajo ningún concepto serían capaces de saldar su deuda. Sin embargo la verdad es mucho más siniestra y lo que sucedía respondía a la “lógica” del sistema especulativo.

Resulta que esas hipotecas estaban aseguradas por compañías que emitían bonos sobre éstas, de modo que sus propietarios obtenían un suculento rédito. La duda que nadie será capaz de despejar jamás es a cuanto ascendieron el conjunto de esas operaciones de escasa consistencia. Se ha demostrado que todas esas transacciones superaron con creces las leyes, las reglas del juego, los controles que regulan el sistema financiero y el sentido común. Sólo en la imaginación de los agentes implicados en aquella orgía hipotecaria quedaba espacio para pensar que la mayoría de ellas iban a ser pagadas algún día.

Un día la imaginación dio paso a la puta realidad y empezaron los impagos y con ellos las quiebras y después las críticas a los que autorizaron créditos que sabían que eran impagables a fin de percibir primas de productividad y beneficio que eran pura magia contable. Los accionistas de esas compañías también conocían el desajuste, la mayoría tenían conocimiento de que el maquillaje en las cuentas de explotación de esas aseguradoras y entidades de crédito no representaba el aspecto real del enfermo y sin embargo no detuvieron el despropósito. No exigieron parar esa farsa que conducía irremediablemente a la quiebra de las instituciones en cuestión. Todavía hay quienes creen ver en las notas de prensa de la banca española la demostración de que nuestro sistema financiero está en mejor posición que nadie y que con nosotros no va eso de la crisis sistémica. Que cada uno piense lo que quiera, al final todo llega. Y a nuestro territorio también le llegará su San Martín.

Los organismos de control y vigilancia de la actividad de tipo financiera tenían todos los datos para saber que el sistema se iba a venir abajo tarde o temprano y tampoco pusieron colchones ni elementos de protección. Esperaron a que todo se precipitara y, con su irresponsable actuación, han ampliado los efectos de la catástrofe, que al final a quien más daño hará es al pobre ciudadano que ni sabrá de donde le vendrán las hostias. Creyeron que la gran farsa podía mantenerse indefinidamente y que bancos, inmobiliarias, aseguradoras, deudores, acreedores, hipotecados y morosos se salvarían gracias a un ajuste automático del sistema. Pero el ajuste no se ha producido.

No se ha producido ningún ajuste positivo porque los rescates y medidas de los gobiernos no pueden salvar el sistema. Están prolongando, de nuevo irresponsablemente, la angustia. Esperan que prolongando la agonía el tiempo ordene progresivamente el propio sistema. Algo que sucederá pero no a la velocidad que ellos esperan. Además las inyecciones y rescates están mostrando un nuevo capítulo en la adopción política: la impotencia.

El capitalismo no sucumbirá. No hay ninguna alternativa que pueda sustituirlo pero si otra manera de aplicarse. Esa transparencia de la que tanto se habla no debe ser una opción sino una exigencia. Actualmente nuestro sistema ha estado fuera del orden y de la propia ley que lo debe regular, por eso está siendo tan pernicioso. El capitalismo únicamente funciona en los parámetros de la legalidad con leyes justas y que ofrezcan garantías de su cumplimiento. A la vez la libertad debe ser uno de sus caracteres más destacados pero esta no debe convertirse en algo opaco o que se permita operar sin dar explicación alguna. Los hedge funds son un ejemplo claro de cómo se ha gestionado el tema. El sistema está repleto de herramientas que permiten burlar la ley con trampas legales. En un mundo donde la irresponsabilidad, el abuso y la voluntad de no explicar lo que pasa y, por derivación, no actuar contundentemente contra el fondo del problema, una crisis sistémica puede confundirse con una crisis del capitalismo pero la realidad es otra muy distinta. Esta crisis es de los capitalistas, no del capitalismo y por esa razón, la penitencia va a ser larga y penosa

PLAN ESOTERICO (Para los que creemos que algo " falla" en el sistema )

sábado, 13 de diciembre de 2008

miércoles, 3 de diciembre de 2008

DONDE ESTAMOS ? Parte I




Con la perspectiva que dan unos cuantos dí­as, podemos preguntarnos: ¿qué sucedió en Washington hace unos dí­as?.

Leyendo los medios escritos, navegando por sitios de noticias, meditando sobre lo leí­do, sobre lo que está sucediendo, aquí­, en todas partes, me pregunto: la gente, el hombre de la calle, la mujer de a pie, ¿es consciente de dónde estamos?, esas personas que vemos y cuyos nombre desconocemos, ¿son capaces de intuir adonde lleva el camino que la economí­a mundial ha tomado?. Y las respuestas que yo mismo me doy son, pienso, desafortunadamente negativas.

Cierto, cierto, la gente no quiere saber, la gente prefiere ignorar, desea no intuir porque desea volver a ser como fue. La gente ignora muchas cosas, pero la gente no es estúpida y ve que todo se está torciendo, y reacciona como sabe: reduce su consumo. El gran problema estriba en que con su abstinencia consumista piensa que va a contribuir a salvarse y a enderezar la marcha de la economí­a en general, y no, lo que va a conseguir es ganar un poco de tiempo y ayudar a tapar un agujero, nada más, nada más porque la situación es mucho peor de lo que esa gente intuye, y su evolución apunta hacia un lugar mucho más oscuro de lo que la población quiere, o puede, imaginar. Es este punto no hay diferencias entre Francia y España, entre USA y México, entre China e Indonesia: la gente, la población en general sabe poco o muy poco, nadie quiere explicar, y muy escasas personas prefieren saber.

Una de las razones de ese penar es la creencia -la querencia- de que las ayudas, las provisiones, los seguros, van a funcionar evitando desastres y diluyendo problemas, por ejemplo, en el reino: el fondo de provisión de morosidad: al ritmo actual en el que se están produciendo los impagos crediticios, a mediados del 2009 estará agotado, y luego, ¿qué?; se ha ganado tiempo, cierto, pero, ¿qué se ha resuelto?: nada, porque la situación no es resoluble: la solución (que esas gentes anhelan), ni depende de nadie en concreto, ni la suma de las partes implicarla puede hallarla: no existe. ¡Que horror!.

La foto del 14 N en Washington (¿de qué se reirí­an?), los titulares de los periódicos: todo suena a victoria, pero el mensaje recuerda al “Game Over” de la máquinas de millón. Planes, palabras, sonrisas; ganar tiempo, aguantar unas semanas más. ¿Por qué no guardan lo que aún queda para las verdaderas emergencias que llegarán. Y en el reino, otro plan: ¿no dijo el Ministro de Economí­a que ya no habí­an más recursos para dedicar a ayudas?.

Me voy a quedar afónico de repetirlo: se quiere jugar al keynesianismo y a ese juego ya no se puede jugar: las commodities son escasas, antes se creí­a que no; la deuda privada es descomunal, antes no; la economí­a planetaria va a menos porque el sistema ya está agotado, antes no. Es lo que decí­a: se va a tirar por la ventana lo poco que queda -quieren inyectar el 2% del PIB del planeta-, y lo saben. Por ejemplo, el Plan Obama -¿The New-New Deal?-: inversiones gigantescas en obra pública y decrementos en los tipos impositivos que gravan los beneficios empresariales: más gasto público y menos ingresos públicos; si fuese a servir para evitar lo que está llegando ! ¿No les suena a un “a la mierda: para lo que nos queda !?”.

Todo eso en el comunicado final, pero los muros del Museo Nacional de Arquitectura guardan cuatro horas de charlas sin testigos: ¿qué dirí­a cada cual?, ¿qué se dirí­a?; y, ¿por qué el mensaje del Viernes 14 fue tan diferente al del Sábado 15?: miren las fotos. ¿Qué se puso sobre la mesa?, ¿qué fue expuesto que consiguió que todos los asistentes estuvieran de acuerdo en poner más pasta -que ya no tienen- sobre la mesa?. ¿Qué vieron que consiguió desbloquear las reticencias sobre el comienzo de los trabajos para reformar el sistema monetario internacional?.

Y bueno, ya salieron los villanos de la trama: cuatro desaprensivos que se aprovecharon de la buena fe de un Estado que no fue todo lo duro que debí­a haber sido porque confió en la bondad humana. Pienso: ¡que dura será la historia con esta gente reunida en Washington!; y pienso que no sólo no es cierto que esa fuese la causa de lo que está sucediendo y va a continuar sucediendo. ¿Por qué no son capaces de admitir que lo que está pasando es inevitable?, ¿por qué no lo son de admitir que también lo es que va a pasar?. Y me pregunto: ¿qué tiene de malo admitir eso?.

Y el comunicado final dio pistas: 1) meter en el saco a los emergentes más potentes ! en commodities, y darles cierta cuota de protagonismo: para que tengan que apechugar con su cuota de responsabilidad y no puedan decir: “yo no estaba” (¿habrá sido ese el motivo último para que el reino fuese invitado?), 2) crear “comités de supervisión” (el nombre poco importa) para asesorar y coordinar, no para fiscalizar, que nadie se equivoque; 3) la reorientación de las agencias de calificación: mensaje claro: “ya no sois necesarias”; 4) el estudio de normas contables globales: lógico; 5) el aviso a los super CEOs. “ya hebéis hecho lo que tení­as que hacer, así­ que se acabó eso de cobrar lo que os de la gana: ya no sois imprescindible porque el individualismo ya no está de moda”.

Para el final. El Presidente del Gobierno del Reino de España dijo que las perspectivas de recuperación económica son “hoy mejores que hace una semana” (El Paí­s, 16.11.2008, Pág. 22). Pienso que se equivoca, de medio a medio: copiando a Lenin: “cuanto más tarde, peor”.

A destacar: el análisis de la Presidenta de la República Argentina: esto que ahora estamos viviendo es el fin de ciclo en el que llevábamos instalados, además: en este escenario han aparecido protagonistas que al principio no estaban en la escena: las grandes corporaciones (la Señora Cristina Fernández dijo “financieras” pero, ¿sólo querí­a referirse a esas?).

(En Noviembre: ha caído la cifra de matriculación de turismos y todoterrenos: casi el 50% respecto al mismo mes del año anterior; en Anfac han dado a entender que eso es tremendo; supongo que sí: no entro a valorarlo, simplemente me pregunto una cosa. Entre Enero y Noviembre del año en curso se han matriculado 1,08 millones de turismos y todoterrenos en el reino, teniendo en cuenta lo que España es, su modelo productivo, su capacidad de generación de PIB, la renta de sus habitantes, ¿es lógica esa cifra?, nada más: sólo eso).

(Ya se habrán enterado: USA se halla en recesión desde Diciembre del 2007: http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=a_MS6p7VkWmk&refer=home, y esto se ha confirmado en un momento en que se lleva produciendo un empeoramiento de la economía mundial y, en particular, de la de USA. Es decir: la tendencia es a peor en una atmósfera de malestar económico y en la que se esperan empeoramientos).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull

DONDE ESTAMOS ? Parte II


Pasados unos dí­as, la sensación que he sacado del 15 N de Washington es la de que ya todo aquel que pinta algo en el entramado de la polí­tica mundial tiene claro que “esto se acaba”. Hasta ahora los mensajes podí­an tener una pátina de “la cosa está mal, pero es posible salir”, ya no: en Washington en esas cuatro horas en blanco, lo que, pienso, sucedió fue la concienciación general de que lo que viene es imparable e inevitable, y que lo único factible y posible es ganar tiempo a fin de retrasar unas semanas su llegada. Alguien darí­a unas cifras: Las Cifras, alguien aclararí­a algunos extremos, tal vez uno preguntó y otro hizo un comentario; se acordó lo que se iba a hacer, lo que se iba a decir; luego el silencio. Nadie corre, aún, pero ya empieza a verse a gente acelerando el paso: es un sí­ntoma, es un sí­ntoma.

Hasta ahora, decí­an, lo que no iba era “lo financiero”, mágicamente, ese mensaje se ha acabado: ¿el tema se da por solucionado?, ¿por superado?, ¿por perdido?; ahora de lo que se habla es del “impacto en la economí­a real” (recordarán que, hace seis meses, quienes han estado en Washington el 15 N decí­an que el contagio de la economí­a real no era posible). El mensaje, ahora, es el de que hay que minimizar ese impacto. Y eso es imposible: se puede proteger una zona de impacto, pero no se puede reducir la velocidad del objeto que va a impactar, y la poca pasta que queda se la están gastando en algo de eso, ni siquiera en todo eso: no hay pasta real suficiente como para enjugar toda la mierda virtual que se ha creado ! al crecer.

Ganar tiempo: empiezan a verse las estrategias de apoyo / rescate / salvamento. La pregunta. ¿de dónde va a salir la pasta?. Italia lo está explicitando sin tapujos: la pasta que van a meter en la banca va a salir de lo que da la UE para medio ambiente e I+D, de fondos que, según lo presupuestado, debí­an ser invertidos en infraestructuras, y dineros que van a solicitar a las concesionarias de autopistas como peaje a futuras subidas de precios, a los usuarios, por parte de estas.

¿Hace falta resumir?. Para el Gobierno italiano lo archifundamental hoy es que la banca de créditos a las empresas; para conseguirlo (no lo conseguirá) sacrifica algo tan sensible como es el medio ambiente, algo tan fundamental como el I+D, algo tan básico como las infraestructuras, y algo tan polí­ticamente incorrecto como es molestar a los votantes. No entro a valorar nada, de verdad, simplemente digo que el Gobierno italiano ha dicho muy claramente qué es importante ahora como destino de gasto y qué lo es menos de modo que de ahí­ se pueda restar.

Incluso ha realizado una lista de prioridades en cuanto al destino. Lo primero, lo dicho: recapitalizar a la banca, luego, si queda pasta, si puede sacarse pasta de otro/s sitio/s, se acometerán obras públicas a fin de incentivar la demanda, y, si se puede arañar pasta de algún otro lugar, se ayudarán a las familias con rentas bajas.

Es decir, el orden de prioridades es: 1) supervivencia de las empresas, 2) consumo público como incentivo, y 3) necesidades particulares. Son muy importantes estas aclaraciones del Gobierno italiano porque muestra un cuaderno de bitácora de lo que van a ser los próximos meses. La consigna es aguantar unos meses más con lo que se tenga, el Gobierno italiano ha dicho como se va a hacer; se agradece porque así­ uno sabe a que atenerse. ¿En otros paí­ses?, ¿es que piensan que va a variar mucho?.

Déficit, deuda pública. No es que hayan quedado olvidados, es que ya da igual los valores que alcancen: el objetivo es comprar tiempo, aguantar unas semanas más, llegar a Navidad, al 20 E, arrastrarnos hasta la próxima reunión del G - 20 ¿+ 2?, a finales de Marzo o primeros de Abril (cuan distintas serán las cosas entonces en comparación a como lo son hoy), después !

(Por cierto, ¿recuerdan lo que decí­amos el lunes 17, que no tardarí­an en aparecer personajes argumentando aquello de que “ya lo decí­a yo” y “que malo era lo que se estaba haciendo”?. Tiene bemoles que algunos altí­simos directivos de entidades financieras digan que no se podí­a seguir con las prácticas que se estaban realizando, que el dinero estaba demasiado barato, que no habí­a suficiente regulación; ¿por qué no decí­an eso hace cinco años?, ¿por qué no reclamaron mayores controles a los reguladores financieros hace tres?, ¿por qué no decidieron ellos provisionar más?, pues porque esa insuficiente normativa les vino de fábula para generar beneficios astronómicos y aumentos astronómicos en sus beneficios, pero, en fin: son cosas que pasan).

(Ha dicho el Señor Ministro de Trabajo que el desempleo se va a estabilizar en el segundo semestre del 2009; que va a dejar de subir, vaya. Estaría bien que el Señor Celestino Corbacho explicase en qué se basa para llegar a esa conclusión, máxime si el Gobierno del reino estima que la recuperación de la economía no comenzará hasta finales del 2009 o principios del 2010. ¿Tiene información el Señor Corbacho de la que carece el Gobierno del que es miembro?. Evidentemente, pienso que eso no va a ser así y que a partir de Enero del 2009 el desempleo va a ir creciendo tendencialmente de forma imparable y continuada hasta, por lo menos, finales del 2012 en que se estabilizará en cotas cercanas al 20%. Bastante diferente a lo que dice el Señor Ministro de Trabajo, lo sé).

(Fíjense en lo que dijo ayer el gobernador de California: “Sans action immédiate, notre Etat va droit vers un désastre fiscal” (Edición digital de Le Monde). El de California, sí).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.